Tras el furor submarino, los científicos del Conicet reclaman por su futuro
Mientras el país celebraba el streaming submarino del Cañón de Mar del Plata, el sistema científico argentino se prepara para un nuevo paro. Investigadores, becarios y técnicos del Conicet denuncian despidos, sueldos bajo la línea de pobreza y falta de recursos para continuar sus trabajos.
El entusiasmo popular por el reciente "streaming submarino" no alcanza para maquillar la profunda crisis que atraviesa el sistema científico nacional. Investigadores, becarios y trabajadores del Conicet, junto a otras instituciones del área, realizarán un paro de 48 horas desde el 6 de agosto, acompañado de una vigilia y una serie de actividades en reclamo de mejoras salariales, ingreso de nuevos cargos y restitución de fondos para la investigación.
La protesta, organizada por ATE Conicet y otros gremios, incluirá cartelazos, charlas, una marcha de antorchas y un acampe en el Polo Científico-Tecnológico de Palermo. El eje del reclamo apunta a la alarmante situación de precariedad: más de 1.400 puestos se perdieron en el último año y medio, entre despidos y renuncias por salarios que hoy no alcanzan siquiera la línea de pobreza. Un becario doctoral cobra menos de un millón de pesos mensuales, mientras muchos proyectos se encuentran paralizados por falta de ejecución de fondos, incluso cuando provienen de organismos internacionales.
En paralelo, se espera la inminente publicación de los resultados de la convocatoria 2023 para ingresar a la Carrera de Investigador Científico (CIC) y Personal de Apoyo (CPA), que permanecen congelados desde el cambio de gobierno. La falta de resolución deja a cientos de trabajadores en un limbo laboral, sin garantías de continuidad.
Las imágenes de fauna abisal y los memes del “streaming del Conicet” serán reutilizados como herramientas de visibilización para esta protesta que atraviesa a todo el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. También se suman al reclamo trabajadores de la Agencia I+D+i, el INTI y el INTA, afectados por el mismo ajuste estructural.
“Queremos que esta no sea la última generación de investigadores”, repiten los referentes sindicales, que advierten sobre la pérdida de capital humano y la disolución de equipos científicos enteros si no se revierten las políticas actuales. Los datos del INDEC muestran que el 25% del ajuste en la administración pública recayó directamente sobre el Conicet.
A pesar de haber captado la atención pública por su trabajo en el buque Falkor y las imágenes inéditas del talud continental, los científicos argentinos vuelven a tierra para reclamar algo más básico: poder seguir investigando.